Programa Acción Nutrición

  1.  Antecedentes

1.1  Marco Constitucional

El Art. 3 de la Constitución, en los numerales 1 y 5, establece que son deberes primordiales del Estado:

  • Garantizar sin discriminación alguna el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales, en particular la educación, la salud, la alimentación, la seguridad social y el agua para sus habitantes.
  • Planificar el desarrollo nacional, erradicar la pobreza, promover el desarrollo sustentable y la redistribución equitativa de los recursos y la riqueza, para acceder al Buen Vivir.

Adicionalmente, en el Art. 32 de la Carta Magna se estipula que la salud es un derecho que se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos, el derecho al agua, la alimentación, los ambientes sanos, entre otros. Para el ejercicio del derecho a la salud, prevé la implementación de políticas económicas, sociales, culturales, educativas y ambientales; así como, el acceso permanente, oportuno y sin exclusión a programas, acciones y servicios de promoción y atención integral de salud, salud sexual y salud reproductiva.

Asimismo, en el Art. 43 establece que el Estado garantizará a las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia los siguientes derechos: a) no ser discriminadas por su embarazo en los ámbitos educativo, social y laboral; b) la gratuidad de los servicios de salud materna; c) la protección prioritaria y cuidado de su salud integral y de su vida durante el embarazo, parto y posparto; d) a disponer de las facilidades necesarias para su recuperación después del embarazo y durante el periodo de lactancia.

También, los Art. 358 y 359 establecen que el sistema nacional de salud tendrá por finalidad el desarrollo, la protección y recuperación de las capacidades y potencialidades para una vida saludable e integral, tanto individual como colectiva, y abarcará todas las dimensiones del derecho a la salud; garantizará la promoción, prevención, recuperación y rehabilitación en todos los niveles.

1.2 Plan Nacional de Desarrollo

El Plan Nacional para el Buen Vivir 2013–2017 establece que “la desigualdad y la pobreza son las barreras más grandes para el ejercicio de derechos y para lograr el Buen Vivir”; y que “vivir en la pobreza no consiste únicamente en no contar con los ingresos necesarios para tener acceso al consumo de bienes y servicios para cubrir las necesidades básicas; ser pobre es también padecer la exclusión social. En última instancia, la pobreza es la falta de titularidad de derechos, la negación de la ciudadanía” (Bárcena, 2010).  Así, el Plan establece 12 objetivos con sus respectivas políticas y lineamientos estratégicos orientados a modificar las condiciones de vida de las personas. La Estrategia Nacional Intersectorial Acción Nutrición está alineada principalmente al Objetivo de Desarrollo 3: Mejorar la calidad de vida de la población; y particularmente a las siguientes políticas: 3.3 Garantizar la prestación universal y gratuita de los servicios de atención integral de salud. 3.6 Promover entre la población y en la sociedad hábitos de alimentación nutritiva y saludable que permitan gozar de un nivel de desarrollo físico, emocional e intelectual acorde con su edad y condiciones físicas.

1.3 Agenda Sectorial 2013 – 2017

Se establece la necesidad de implementar políticas integrales e integradoras a partir de cuatro ejes:

  • Red, acceso y territorio
  • Calidad de los servicios
  • Prevención y promoción
  • Ocio, plenitud y disfrute

En este marco, la Estrategia Nacional Intersectorial Acción Nutrición facilita la articulación intersectorial para alcanzar la meta: desnutrición crónica en menores de cinco años, del 16,3% al 2017, que corresponde al eje de prevención y promoción.

  1. Marco conceptual

La nutrición determina el desarrollo integral del ser humano. Una buena nutrición desde la infancia asegura una mejor salud y un desarrollo físico apropiado. Por tal razón, la nutrición es un factor trascendental para alcanzar el Buen Vivir de las y los ecuatorianos.

El crecimiento infantil es el resultado del tipo de alimentación y cuidado que la niña o el niño recibe en los primeros años de vida. Una ingesta de alimentos inferior, en cantidad y calidad a la que necesita diariamente, produce desnutrición crónica y se detecta cuando la talla del niño/a es menor que la correspondiente para su edad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), tras varias investigaciones en países culturalmente diferentes y con variedad étnica, determinó que en los primeros 5 años el crecimiento de niñas y niños era similar alrededor del mundo, si se cumplían con las siguientes condiciones: eran amamantados, tenían las necesidades fisiológicas satisfechas y el ambiente apoyaba su desarrollo. De esta manera, estableció parámetros o estándares de crecimiento ideales para niñas y niños. Su cumplimiento depende de la alimentación y del ambiente en el que se desarrolla el infante. Si un niño o niña mide menos que el parámetro de su edad, tiene desnutrición crónica infantil, a la que también se le conoce como “retardo de crecimiento”. El retardo de crecimiento en talla puede ser causado por:

  • Deficiencias de nutrientes específicos como el zinc, el hierro y el calcio.
  • Períodos de alimentación inadecuada.
  • Infecciones agudas repetidas.
  • Carencia de cuidados afectivos o presencia de violencia en el entorno de la niña o el niño.

La desnutrición en la niñez es el resultado de una restricción en el ejercicio del derecho a una canasta con alimentos adecuados y suficientes y a su aprovechamiento biológico. Ésta es provocada por carencias importantes y prolongadas de nutrientes: proteínas, energía, vitaminas y minerales. En los países en desarrollo, es uno de los principales problemas de salud, e incide directamente en la mortalidad infantil, en una mayor morbilidad, en el rezago del crecimiento físico y en un menor desarrollo cognitivo de las personas. Por lo tanto, restringe las oportunidades y libertades reales de los niños y las niñas.

UNICEF, a partir del análisis de la evidencia de internacional, sistematizó un modelo causal de la desnutrición infantil:

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La desnutrición tiene efectos negativos en distintas dimensiones, entre las que destacan los impactos en salud, la educación y la economía (costos y gatos públicos y privados, y menor productividad). A su vez, éstos agudizan los problemas de inserción social e incrementan o profundizan el flagelo de la pobreza e indigencia en la población, reproduciendo el círculo vicioso al aumentar con ellos la vulnerabilidad a la desnutrición. Las carencias nutricionales, inciden a largo plazo en el desarrollo integral de las personas, pues no permiten aprovechar las oportunidades de aprendizaje que brinda la escolarización, y en consecuencia pone en peligro al talento humano en los países pobres .

Existe amplia evidencia que corrobora que una alimentación deficiente en la infancia tiene graves consecuencias  a lo largo de la vida. En el mediano plazo la desnutrición reduce la capacidad para aprovechar de mejor manera las oportunidades de educación y capacitación que se presenta e incrementa la morbilidad. A largo plazo esto incide en las opciones laborales de las cuales dispongan y la forma en que pueda desempeñarse en ellas. Esta evidencia señala también, que la carga de morbilidad de los menores de 5 años está asociada en un 45% a la desnutrición. La desnutrición también incide en el riesgo futuro de padecer enfermedades crónicas no transmisibles y en el crecimiento y desarrollo general del niño o la niña. Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que cada año las vidas de unos 800.000 menores de 5 años podrían salvarse con medidas tales como una lactancia materna óptima.

El autor brasileño De Castro, en el marco del análisis de las causas estructurales de la pobreza y su incidencia en la prevalencia del hambre, formula las siguientes preguntas: “¿Acaso la calamidad del hambre es un fenómeno natural, inherente a la vida, una contingencia tan ineluctable como la muerte? ¿O bien se trata de una plaga social creada por el propio hombre?” (De Castro, 1975: 37). La respuesta es que se trata de una plaga social creada por el ser humano. Dadas las características productivas de la región, la prevalencia de hambre y desnutrición se puede atribuir principalmente a la falta de acceso a los alimentos y a la deficiente utilización de los alimentos disponibles, es decir, el acceso a los alimentos es una condición necesaria pero no suficiente para garantizar una adecuada nutrición.

En el Ecuador hay suficiente disponibilidad de alimentos y de recursos para combatir la malnutrición; en consecuencia, se trata de un problema distributivo. El reto consiste entonces, en incidir sobre las causas de restricción a los alimentos suficientes y nutritivos y a su aprovechamiento biológico (cuidados y atención integral en la primera infancia), con énfasis en aquellas poblaciones y territorios que sufren mayores prevalencias de malnutrición infantil, mediante políticas públicas activas, integrales y sostenidas, que ataquen sus múltiples causas y que articulen a los niveles nacionales y locales.

La evidencia basada en experiencias internacionales en la lucha contra la desnutrición muestra una relación positiva y sinérgica entre la aplicación de intervenciones directamente relacionadas con la nutrición (como por ejemplo, la consejería nutricional y la atención preventiva en salud) y la implementación de intervenciones que afectan las determinantes estructurales de la desnutrición (acceso a agua segura y saneamiento, educación y generación de capacidades en la población, incremento de ingresos de los hogares, entre otras). Centrar las acciones exclusivamente en nutrición y/o políticas del sector salud, sin abordar las causas estructurales que inciden en el estado nutricional, conlleva el riesgo de convivir permanentemente con el problema sin eliminarlo.

Adicionalmente, dada la heterogeneidad de la población objetivo, no todas las intervenciones pueden tener un carácter universal. Por ello, se debe definir un mecanismo o una combinación de mecanismos de focalización. Así, implementar estrategias de consejería y educación nutricional universales, e intervenciones focalizadas a los hogares en situación de mayor vulnerabilidad, así como a las niñas y los niños que ya manifiestan algún grado de desnutrición, o presentan un riesgo mayor de caer en esta condición.

En este contexto, el marco de referencia para las intervenciones nutricionales debe ser una política integral, con un enfoque de seguridad alimentaria y nutricional. Esta política debe contener el conjunto de directrices, orientaciones, criterios y lineamientos conducentes a la preservación y elevación del estado nutricional de la población, procurando que los beneficios del desarrollo alcancen a todos los grupos y segmentos de la sociedad con la mayor equidad posible. Como una referencia más específica, los elementos constitutivos de una política nacional de seguridad alimentaria y nutricional son, según Maluf:

Una política nacional de seguridad alimentaria y nutricional deberá promover cinco principios:

  • Primero: la intersectorialidad de las acciones y los programas por medio de espacios y  mecanismos institucionales  de acercamiento entre los distintos sectores del gobierno y de éstos con las organizaciones de la sociedad civil (…).
  • Segundo: llevar a cabo acciones conjuntas entre el Estado y la sociedad (…).
  • Tercero: equidad en el acceso a la alimentación adecuada, así como en la formulación e implementación de las acciones (…).
  • Cuarto: coordinación entre las acciones estructurantes y medidas de emergencia (…).
  • Quinto: la descentralización de las acciones y articulación entre el presupuesto y la gestión, estableciendo los papeles y las competencias de los niveles de gobierno, previniendo campos y mecanismo de integración intergubernamental y con las organizaciones sociales, así como mecanismos de continuidad de las acciones. (Maluf, 2008: 137-138)

Por otro lado, el abordaje de la política nutricional requiere de información actualizada, de calidad y desagregada, a fin de que las intervenciones respondan a las distintas realidades de los territorios. Adicionalmente, en cualquiera de las combinaciones de política pública para la erradicación de la desnutrición, es crucial contar con sistemas, mecanismos e instrumentos de monitoreo que permitan conocer a los decisores y operadores si se está cumpliendo con las metas y los resultados y adecuar los cursos de acción en función de ese monitoreo. Un sistema eficiente y dinámico de vigilancia nutricional es una herramienta imprescindible dentro del diseño o reforma de una política de alimentación y nutrición, según lo señala un experto en la materia:

La vigilancia nutricional es hoy en día reconocida como un elemento constitutivo de las políticas nutricionales.  La evolución de las situaciones alimentarias y nutricionales, sobre todo en el contexto de transición nutricional, generalmente está mal documentada y no permite tomar decisiones adecuadas en el momento oportuno. Dicha vigilancia puede definirse como un proceso continuo de recolección y análisis de información pertinente sobre la situación nutricional de una población y sus factores determinantes para las necesidades de todos los usuarios identificados. (Le Bihan, 2003: 50).

Combatir la desnutrición es una responsabilidad de la sociedad en su conjunto; las comunidades, las familias y los Estados (desde todos los niveles de gobierno) deben comprender y abordar conjuntamente las causas inmediatas, subyacentes y estructurales de la desnutrición. Por esta razón, es necesario que la comprensión sobre la gravedad del problema y sus consecuencias, así como sus posibles soluciones sean de conocimiento público, y que el combate a la desnutrición sea un compromiso de todas y todos los ecuatorianos.

Para consolidar una política de Estado orientada a combatir la desnutrición, es primordial contar con voluntad política e intervenciones concretas, sólo así las intervenciones serán sostenidas en el tiempo y lograrán el impacto deseado. Uno de los ejemplos regionales del posicionamiento de políticas alimentarias y nutricionales como políticas de Estado es el de la estrategia Hambre Cero, de Brasil. Ignacio Lula Da Silva, al referirse al posicionamiento de la estrategia Hambre Cero, hacía énfasis en encontrar mecanismos permanentes para involucrar a toda la sociedad civil en una amplia movilización por la garantía de una alimentación saludable para todos. Se refería también a la importancia de declarar a esta iniciativa como un esfuerzo nacional sin tregua para desterrar el espectro del hambre del país.

Las principales intervenciones, desde los distintos sectores, que se han implementado para combatir la desnutrición crónica a nivel internacional son:

2. Intervenciones en Salud

  • Prevención y recuperación nutricional

Los programas de prevención y atención a la desnutrición deben destinarse prioritariamente a mujeres embarazadas, niñas y niños entre los 0 y 2 años de edad, aprovechando la ventana de oportunidad de los primeros 1.000 días de vida, con un enfoque preventivo. Los programas de prevención deben incluir: controles prenatales completos, entrega de micronutrientes a la mujer embarazada, prácticas integradas al parto (que incluyen pinzamiento oportuno del cordón umbilical, apego precoz y alojamiento conjunto de la madre y el niño, y el inicio de lactancia materna durante la primera hora después del parto), así como controles de crecimiento y desarrollo completos y adecuados para la edad, con entrega y consumo de micronutrientes e inmunizaciones completas.

En cuanto a la recuperación nutricional, la población objetivo priorizada deben ser las niñas y los niños que experimentaron bajo peso al nacer o que han sufrido desnutrición aguda en estos primeros 1.000 días, puesto que las acciones implementadas en este rango de edad son más exitosas que las que se hacen fuera de este período del crecimiento.

  • Consejería y educación nutricional y alimentaria

El fomento de hábitos alimenticios saludables debe abordar simultáneamente el combate al hambre y la desnutrición con la prevención del incremento en el sobrepeso y la obesidad. Incidir sobre los hábitos alimenticios de la población en general, y no solo de quienes padecen o corren el riesgo de padecer desnutrición, es un mecanismo que contribuye a combatir la subnutrición en estratos sociales categorizados como no pobres. Aunque la pobreza y la desnutrición van de la mano, la desnutrición se presenta también en familias con recursos económicos suficientes como para ser categorizadas como no pobres.

La consejería es un servicio crítico que debe ser estructurado, protocolizado y monitoreado. Este servicio tiene un increíble potencial para motivar un cambio en los hábitos y comportamientos de las personas, para ello debe llevarse a cabo con pertinencia cultural y territorial (respetando los conocimientos y las prácticas ancestrales de su entorno y su rica diversidad) y sólidos conocimientos, a fin de fomentar  de manera sostenida en la población objetivo la adopción de prácticas y hábitos favorables al crecimiento y la nutrición.

  • Fomento de la lactancia materna

La lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad de la niña o el niño, es una acción crítica para alcanzar resultados nutricionales positivos. Por ello, debe fomentarse de manera intersectorial y desde los distintos actores estatales y no estatales:

(…) ha sido bien establecido, en rigurosos estudios internacionales, que la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida, la asistencia regular a clínicas de monitoreo del crecimiento del niño y sesiones de consejos nutricionales, la institucionalización de nacimientos, y la prevención (y correcto manejo) de las diarreas, todos contribuirán a mejorar los resultados en el crecimiento. El conjunto de datos de ENDEMAIN confirma que tales comportamientos suelen estar asociados con mejores resultados nutricionales en el Ecuador (…) (Banco Mundial, 2007: 43).

El retraso o suspensión de la lactancia materna influye en la capacidad de producción de leche materna de la madre,  afecta en el lazo afectivo inmediato con la madre. El retraso en la entrega del niño o la niña a la madre en el momento del nacimiento, generalmente está relacionado con la introducción de otros líquidos y probablemente de leche de fórmula en las instituciones de salud. Estas prácticas perjudican que la lactancia materna sea exitosa.

A pesar de ser un proceso natural, el fomento a la lactancia requiere de apoyo e incentivos para disipar dudas y superar inconvenientes durante el proceso. Es por esto que el rol del hospital o del centro de salud donde se atiende el parto es crítico a la hora de promover, con calidez y firmeza, la práctica de la lactancia materna.

Con respecto al derecho a la lactancia materna, Le Bihan plantea un cuadro con una serie de compromisos concretos relacionados con este derecho, el cual se incluye a continuación (Le Bihan, 2003: 58):

Tabla: Compromisos para una adecuada Lactancia Materna

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2.2 Intervenciones en Educación

Se ha mencionado ya en reiteradas ocasiones las razones por las cuales la educación nutricional es crucial para el éxito de la estrategia de combate a la desnutrición. El Ministerio de Salud Pública y sus funcionarios desempeñan un rol protagónico en este tema. Sin embargo, no son los únicos. El Ministerio de Educación también juega un rol importante puesto que tiene la capacidad de incidir en la educación nutricional de las y los alumnos y de esta forma convertirlos en embajadores nutricionales dentro de sus familias.

Así también, es imprescindible continuar con los programas asociados a cerrar las brechas de analfabetismo y analfabetismo funcional y atención a la escolaridad inconclusa, puesto que al aumentar la escolaridad de la madre es un factor clave para el combate de la desnutrición infantil.

2.3 Intervenciones en agua potable y saneamiento

La prevalencia de desnutrición crónica infantil es mayor en los hogares que no acceden a agua por red pública, sin embargo se da también en hogares en los que ya se cuenta con una dotación de agua entubada de provisión pública, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2014 (ECV). Por ello, además de cerrar las brechas de dotación de agua por red pública y saneamiento hasta alcanzar un 100% de cobertura, es imprescindible la verificación de la calidad del servicio prestado con el fin de garantizar que el agua que llega a los hogares es efectivamente segura para el consumo humano. En los hogares y territorios en que el agua, a través de red pública no es segura, se debe procurar el tratamiento intradomiciliario del líquido vital para consumo humano, como una medida de corto plazo hasta lograr su calidad e inocuidad.

La incorporación de los Gobiernos Autonónomos Desentralizados (GAD) y las Juntas Administradoras de Agua Potable en el sector rural es prioritaria para implementar servicios alternativos para la dotación de agua segura y su respectivo monitoreo y vigilancia. Así como el acompañamiento con estrategias de educación en hábitos de lavado de manos, desinfección domiciliaria del agua e higiene en el hogar.

2.4 Intervenciones en seguridad alimentaria:

La disponibilidad de alimentos por sí misma no es necesariamente una limitante para conseguir una adecuada alimentación y nutrición. Por ello, es importante ejecutar políticas efectivas que permitan a las y los agricultores no sólo aumentar la productividad, sino procurarse un medio de subsistencia digno derivado de esta actividad. Así, es fundamental incidir sobre la seguridad alimentaria, en las dimensiones de acceso y estabilidad.  Las iniciativas que inciden en aspectos tales como: seguros agrícolas, canales de comercialización directa, generación de valor agregado, entre otras; son fundamentales para mejorar la nutrición de los hogares.

Así mismo, es necesario monitorear la evolución de la disponibilidad de alimentos y la seguridad alimentaria de los hogares, realizar mediciones del acceso a alimentos y actualizar la hoja de balance de alimentos, con el fin de garantizar que exista armonía entre las políticas de seguridad alimentaria y las de nutrición.

  1. Objetivos

3.1 Objetivo general

Mejorar la salud y nutrición de las niñas y los niños menores de 5 años a través del diseño e implementación de mecanismos de política pública y coordinación interinstitucional a nivel nacional y local.

3.2 Objetivos específicos o componentes

  • Incrementar la cobertura de los servicios para la prevención y atención de la malnutrición infantil con calidez y calidad, y de forma articulada entre los distintos actores del Estado y la sociedad.
  • Incrementar el consumo de los nutrientes que las niñas y los niños requieren, a través de la mejora de hábitos de consumo, cuidado y disponibilidad de alimentos y suplementos alimenticios.
  • Mejorar las condiciones del hábitat que inciden en la situación nutricional de niñas y niños: agua, saneamiento y materiales de vivienda.
  1. Diagnóstico

4. Situación actual

La desnutrición crónica es mayor en aquellos niños en pobreza extrema por consumo e ingresos. Sin embargo, no es un fenómeno exclusivo de los hogares más pobres, puesto que del total de niñas y niños con desnutrición crónica el 47,3% son no pobres y el 52,7%  son pobres y pobres extremos. Esto quiere decir que las intervenciones deben priorizarse sobre la población pobre y con mayor vulnerabilidad, pero no deben limitarse exclusivamente a ese grupo poblacional.

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Con el fin de establecer un diagnóstico adecuado de la situación nutricional de la desnutrición crónica infantil, se actualizó el estudio de determinantes de la desnutrición crónica infantil, utilizando la base de datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2014. En el nuevo estudio se utilizó dos modelos estadísticos, esto, con el fin de encontrar las variables sobre las que se debe intervenir como Estrategia. En resumen, los resultados y las intervenciones que debe fortalecerse se muestran en la siguiente tabla:

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4.2 Avances de la Estrategia 2014-2015

Los principales avances de la Estrategia durante el período 2014-2015 son:

Etapa prenatal:

  • 1’389.249 controles prenatales durante el 2014, primera vez y subsiguientes.
  • 84.9% de mujeres gestantes recibieron micronutrientes.

Parto y nacimiento:

  • 91% de cobertura en parto institucional (año 2012). 34.772 niñas y niños recién nacidos registrados en 66 unidades operativas en la red del MSP a través del REVIT (octubre 2015).

Niña o niño en crecimiento:

  • 301.086 mil niños y niñas recibieron los micronutrientes Chis Paz por parte del Ministerio de Inclusión Económica y Social durante el 2014, mientras que el 33.36% de las niñas y niños atendidos en el Ministerio de Salud Pública recibieron Chis Paz.
  • 509.067 niñas y niños han sido registrados en la base de datos SIVAN (Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional del MSP), para seguimiento continuo.
  • 3’525.469 atenciones por morbilidad en niñas y niños de 0-5 años (año 2014). 97.757 niñas y niños reciben alimentación en CIBVs (año 2014).
  • 249.633 niñas y niños en Educación Inicial reciben desayuno y refrigerio escolar (jornada matutina, cobertura a 2015).
  • 32.435 niñas y niños reciben refriglerio escolar (jornada vespertina, cobertura a 2015).

Adicionalmente, la Estrategia propone intervenciones clave que tienen un enfoque transversal, acompañando a las prestaciones que se dan a lo largo del ciclo de vida:

  • Manual “Paso a Paso por una Infancia Plena” publicado, spots publicitarios en radio y TV, Gira Acción Nutrición realizada.
  • 41.250 familias en extrema vulnerabilidad con acompañamiento familiar del MIES (año 2014).
  • 4.400 personas beneficiadas de invernaderos hundidos y tubulares (Período 2012-2013).

4.3 Mapa de actores

La estrategia Acción Nutrición, para lograr sus objetivos, necesita articular esfuerzos de diferentes instituciones, tanto a nivel nacional como en el territorio. Todo trabajo coordinado debe incluir una estrategia de planificación, acción, monitoreo y evaluación, que apunte a mejorar el acceso, la oportunidad y la calidad de los servicios y prestaciones clave, que son efectivos para reducir la desnutrición crónica infantil.

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Para esto, los actores del gobierno central (como Ministerio de Salud Pública (MSP); Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES); Ministerio de Educación (MINEDUC); Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI); Secretaría del Agua (SENAGUA); Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP) y los gobiernos autónomos descentralizados (a nivel provincial, municipal y parroquial) deben interactuar para que la entrega de los servicios se eficaz y eficiente. Es importante resaltar la importancia del trabajo articulado de los actores estatales con la sociedad civil.

Para ello, hemos trabajado en la conformación de un marco de referencia, que permita a los actores en los distintos niveles crear redes para la atención de la desnutrición desde un enfoque intersectorial. Sin embargo, es necesario fortalecer la comunicación y articulación con los gobiernos autónomos descentralizados.

Así, los principales actores de la Estrategia Acción Nutrición son:

  • Ministerio Coordinador de Desarrollo Social (MCDS):

El MCDS tiene como misión proponer políticas interministeriales de desarrollo social mediante la coordinación, articulación, y monitoreo permanente de la política, planes y programas sociales ejecutados por los ministerios e instituciones que forman parte del Consejo Sectorial de Políticas de Desarrollo Social; generación de procesos de información, investigación, asistencia técnica y evaluación. Todo esto en el marco de defensa y protección de derechos fundamentales con enfoque intersectorial.

El MCDS preside el Comité Nacional Intersectorial de Acción Nutrición, el mismo que está integrado por los ministerios de Salud Pública, Inclusión Económica y Social; Educación; Desarrollo Urbano y Vivienda; Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca; y, la Secretaría del Agua; y lidera la política para la erradicación de la desnutrición.

El Ministerio tiene por finalidad la concertación y coordinación de la formulación y ejecución de las políticas y acciones que adopten las diferentes instituciones para erradicar la desnutrición; el seguimiento y la evaluación del cumplimiento de las decisiones adoptadas por el Comité Nacional; la consolidación, el análisis y la difusión de la información sectorial e intersectorial; así como, el monitoreo de la gestión institucional de las entidades que integran la Estrategia.

  • Ministerio de Salud Pública (MSP):

El Ministerio de Salud Pública (MSP) es la entidad encargada de la regulación, planificación, control y gestión de la Salud Pública ecuatoriana a través de la gobernanza, vigilancia y control sanitario, garantizando el derecho a la salud a través de la provisión de servicios de la atención individual, prevención de enfermedades, promoción de la salud e igualdad, la gobernanza de la salud, investigación y desarrollo de la ciencia y tecnología.

Servicios que presta el MSP a niñas, niños y familias:

  • Planificación Familiar.
  • Controles prenatales integrales y entrega de micronutrientes.
  • Prestaciones integrales durante el parto.
  • Registro de niñas y niños recién nacidos en el REVIT.
  • Tamizaje Metabólico Neonatal.
  • Programa Ampliado de Inmunizaciones (Vacunas a niños y niñas).
  • Control de crecimiento y desarrollo completo.
  • Entrega de micronutrientes.
  • Visitas domiciliarias a familias con factores de riesgo de desnutrición y a niñas y niños en servicios de desarrollo infantil y educación inicial.
  • Consejería y educación nutricional.
  • Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES):

El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) es la entidad responsable de la oferta de servicios de desarrollo infantil orientados a atender a las niñas y los niños menores de 3 años que pertenecen a hogares en condición de pobreza. El MIES ofrece dos tipos de modalidades de atención:

  • Centros Infantiles del Buen Vivir (CIBV) destinados a la atención a niñas y niños de 12 a 36 meses de edad. Por excepción, en los CIBV, se atiende a niñas y niños de 3 a 11 meses de edad, siempre y cuando  se justifique la necesidad.
  • Programa Creciendo con nuestros Hijos (CNH) o Servicio de Atención Familiar (SAF) atiende a niñas y niños de 0 a 36 meses, mediante visitas domiciliarias y comunitarias, en las que trabaja con una persona adulta a través de actividades de consejería para el desarrollo integral.

Servicios que presta el Ministerio de Inclusión Económica y Social a niñas, niños y familias:

  • Búsqueda activa de niñas y niños para ingreso a los servicios de desarrollo infantil.
  • Estimulación temprana.
  • Alimentación.
  • Cuidado diario e higiene.
  • Controles de salud / salud preventiva.
  • Pautas de crianza a padres de familia.
  • Seguimiento a la corresponsabilidad de familias receptoras del Bono de Desarrollo Humano.
  • Ministerio de Educación (MINEDUC):

El Ministerio de Educación (MINEDUC) es la entidad responsable de la oferta de  educación inicial para niñas y niños de 3 a 5 años de edad, la cual tiene por objetivo potenciar su aprendizaje y promover su bienestar, mediante experiencias significativas y oportunas, que se dan en ambientes estimulantes, saludables y seguros.

Servicios que presta el Ministerio de Educación a niñas, niños y familias:

  • Alimentación escolar.
  • Estimulación temprana y desarrollo infantil integral.
  • Controles de salud / salud preventiva.
  • Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI):

El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI) tiene como misión ejercer la rectoría e implementar la política pública de las ciudades, garantizando a la ciudadanía el acceso al hábitat seguro y saludable, a la vivienda digna y al espacio público integrador.

  • Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP):

El Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca es la institución rectora que regula, norma, facilita, controla, y evalúa la gestión de la producción agrícola, ganadera, acuícola y pesquera del país; promoviendo acciones que permitan el desarrollo rural y propicien el crecimiento sostenible de la producción y productividad del sector impulsando al desarrollo de productores, en particular representados por la agricultura familiar campesina, manteniendo el incentivo a las actividades productivas en general.

  • Secretaría del Agua (SENAGUA):

La Secretaría del Agua tiene como misión “ejercer la rectoría para garantizar el acceso justo y equitativo del agua, en calidad y cantidad, a través de políticas, estrategias y planes que permitan una gestión integral e integrada de los Recursos Hídricos en las Cuencas Hidrográficas con el involucramiento y fortalecimiento de los actores sociales en todo el territorio nacional”.

  1. Componentes y estrategias

5.1 Componentes

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La Estrategia Acción Nutrición posee tres componentes: i) acceso a servicios, ii) prácticas de consumo y cuidado, y iii) hábitat saludable.

El componente de acceso a servicios tiene como objetivo generar acciones que permitan cerrar brechas y eliminar barreras de acceso a los servicios orientados a niñas y niños menores de 5 años: salud (a través de la captación temprana y monitoreo nominalizado de las niñas y los niños con desnutrición), alimentación en CIBV y escuelas con régimen de Educación Inicial. Así mismo, mejorar los esquemas de control de corresponsabilidad de las mujeres en edad fértil, embarazadas y/o con niñas y niños de 0 a 5 años de edad, e incrementar la cobertura de los programas que atienden la escolaridad inconclusa.

El componente de prácticas de consumo y cuidado está enfocado en la consejería, educación y promoción nutricional, tanto en las unidades de prestación de servicios (centros de salud, CIBV y centros de educación inicial) como en otros espacios. Para ello, se emplea  material de difusión y educomunicación, que fomente prácticas de lactancia y alimentación complementaria, prácticas de higiene y tratamiento domiciliario del agua. Así mismo, este componente contempla el fortalecimiento de la seguridad alimentaria en zonas rurales, a través del fomento productivo, la diversificación dietaria y el acceso a alimentos en zonas rurales.

El componente de hábitat saludable busca crear condiciones de infraestructura adecuadas para el desarrollo de niñas y niños, de manera que se evite las potenciales fuentes de enfermedad que resultan en una condición nutricional inadecuada. En este componente se contempla el cierre de brechas de agua segura, saneamiento, así como la generación de condiciones de vivienda y entorno favorables.

5.2 Estrategias (acciones por componentes)

Las prestaciones clave desde cada sector se alinean a lo identificado en el análisis de determinantes de la desnutrición crónica para el caso ecuatoriano, con un enfoque de ciclo de vida. Así, se resume las siguientes prestaciones clave:

  • Etapa prenatal.
  • Planificación Familiar.
  • Control prenatal integral y entrega de micronutrientes.
  • Parto y nacimiento.
  • Prestaciones integrales durante el parto.
  • Registro de niñas y niños recién nacidos para seguimiento desde el nacimiento y monitoreo de recién nacidos con bajo peso al nacer.
  • Niña o niño en crecimiento.
  • Control integral de crecimiento y desarrollo de niñas y niños, entrega de micronutrientes e inmunizaciones completas para la edad.
  • Visitas domiciliarias a familias con factores de riesgo para la desnutrición y, a niños en servicios de desarrollo infantil y educación inicial.
  • Atención integral a enfermedades prevalentes de la infancia.
  • Servicio de alimentación en servicios de desarrollo infantil y educación inicial.

Adicionalmente, la Estrategia propone intervenciones clave que tienen un enfoque transversal, acompañando a las prestaciones que se dan a lo largo del ciclo de vida:

  • Consejería y educación nutricional en lactancia materna, alimentación complementaria, hábitos de higiene y tratamiento domiciliario de agua.
  • Monitoreo de cumplimiento de corresponsabilidad en salud y nutrición.
  • Producción agrícola para favorecer el acceso a alimentos y la diversidad dietaria.
  • Seguimiento de la calidad del agua e incremento de coberturas de agua segura y saneamiento.
  • Mejora de infraestructura de viviendas.

6. Modelo de gestión

La estrategia tiene los siguientes niveles de gestión, con sus respectivas responsabilidades, las mismas que se presentan a continuación:

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Ricardo Gutierrez:    avillalva@desarrollosocial.gob.ec