La tarde de este lunes, 17 de octubre, la ministra coordinadora de Desarrollo Social, Gabriela Rosero, participó junto al especialista Regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Stefano Fedele;  y el Docente de la Universidad de Manchester, Armando Barrientos, en el foro «El impacto de las inequidades urbanas en la infancia», en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Urbanismo, Hábitat III, que se realiza en Quito del 17 al 20 de octubre.

Rosero, quien habló en nombre del frente social, calificó a este encuentro como un “lugar de diálogo y reflexión e inició su ponencia resaltando que en las ciudades es en donde se encuentra realmente el potencial para atacar la inequidad que afecta a niños y niñas, por lo que indicó que es fundamental luchar contra esos “crudos escenarios que se mezclan con la pobreza, la injusticia y la inseguridad”.

En este espacio, que también contó con la presencia de las ministras de Inclusión Económica y Social, Lidice Larrea y de Salud, Margarita Guevara, se instó sobre la necesidad de disminuir la desnutrición y malnutrición infantil en todas sus formas. “Este es uno de los mayores desafíos que el mundo actual debe enfrentar desde una agenda política y ciudadana” aseguró la líder del sector social.

En esta línea, la Ministra señaló como vital generar políticas públicas de nutrición, en donde las ciudades jueguen un papel primordial con la finalidad de “acabar con el hambre, erradicar la desnutrición y asegurar el acceso universal a una alimentación más saludable y más sostenible para todas las personas”, principalmente para los niños, niñas y adolescentes.

Rosero, manifestó que una política inclusiva “no solo debe asociarse con el bienestar material, sino también con la dignidad humana, con la justicia social y con el acceso a derechos que garanticen el desarrollo de la niñez desde la primera infancia”.

Además, indicó que es de suma importancia el trabajo que se lleva en conjunto desde el frente social, ya que esto permite que las políticas implementadas se den de manera integral. Resaltó que los ejes de trabajo principales son: los de inclusión económica y social; vivienda y acceso a servicios básicos; educación; salud y desarrollo infantil.

Finalmente, invitó a la ciudadanía a empoderarse de los espacios públicos, pero también a ser corresponsables de estos. “El trabajo y la responsabilidad de hacer las cosas de manera distinta y en beneficio de la infancia está en nuestras manos, y para lograrlo es necesaria la coparticipación y la corresponsabilidad de todos los actores involucrados”.

Por su parte, Stefano Fedele, especialista Regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), indicó que la prevención de la malnutrición es un objetivo que convoca a todas las ciudades del mundo y explicó que al igual que la desnutrición la obesidad es un mal que crece cada vez más. A su vez, reconoció el trabajo de Ecuador al enfrentar esta problemática social, “el etiquetado de alimentos es una buena práctica para reducir y prevenir la malnutrición”, aseveró.

Mientras que Armando Barrientos, Docente de la Universidad de Manchester, informó que “aunque el desarrollo económico hace bajar la pobreza no lo hace por igual para todos los grupos sociales», por lo que resaltó la importancia de lograr que la garantía de derechos sea ecuánime para todos. “La protección social es vital en la construcción de ciudades más justas y seguras” concluyó.